METODOS DE ENSEÑANZA
El principal problema que se ha tenido en la educación actual, es que solo se le ha dado importancia a la mente y todo su poder cuando se le usa y educa correctamente. Por este motivo se han descuidado otras aéreas o partes importantes en la educación. Se la ha enseñado a los estudiantes a confiar solo en lo que su mente le dice que es lo correcto, y tal vez si lo sea, pero puede que está, sea solo algo a medias. no nos hemos preocupado por enseñar al alumno la reflexión personal. Cuando el alumno no aprende a reflexionar por si mismo, se le está desarmando para juzgar entre lo bueno y lo malo, y el enemigo bien puede aprovecharse de esta situación. Jóvenes como estos, son los más propensos a ser inducidos por el error. La mente que solo depende de otros, se extraviara tarde o temprano.
El poder distinguir entre lo bueno y lo malo se puede hacer tomados de las manos de Dios. En toda enseñanza correcta, Dios debe ser el centro de esa enseñanza. Cuando Dios instruyo a los discípulos, lo hizo solo con el ejemplo de su vida y el estaba en medio de ellos, y las más grandes enseñanzas las hizo en privado, porque así se daba cuenta del potencial de cada uno de ellos.
Este es el interés que se necesita en nuestra educación, prestar el mismo interés en el desarrollo personal, muchos alumnos tienen una gran capacidad, pero muchas veces no nos percatamos de ese gran potencial. Este tipo de alumnos tal vez solo están desmotivados. Aquí entra una preocupación real del maestro, pues es su deber buscar materia que pueda ser llamativo para el alumno, y tratara de desarrollar al máximo sus capacidades.
El maestro debe de tener en claro que su enseñanza debe ser clara y sencilla, usando ilustraciones para que la enseñanza sea más profunda y pueda impactar al alumno.
Una característica muy importante que se debiera trabajar con el alumno es, la humildad, el olvidarse de sí mismo. Es cierto que los niños necesitan estímulos, elogios, porque pueden confundirle y crear amor hacia la alabanza su persona. Es correcto que el alumno aprenda a ser humilde para poder aceptar la ayuda de otros, y sobre todo de Dios.
Este tipo de educación hará la diferencia en muchos de nuestros alumnos que aparentemente no tienen ninguna posibilidad de llegar a ser grandes profesionales para honra y gloria de v Dios
Bibliografía
G. de White Elena
La Educación
Asociación publicadora Interamericana
1987
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